VALLE INCLÁN A TRAVÉS DE...
 

Clemente Cimorra, transterrado

 por Josefa Bauló ( T.I.V.)

 
    El periodista y novelista asturiano Clemente Cimorra (Oviedo, 1929-Buenos Aires, 1957) rememoró a Valle Inclán desde el exilio en las páginas de Cuatro en la piel de toro (Editorial Helios, 1952), una novela bastante torpe pero sintomática y monumental, en la línea de los Episodios Nacionales de Galdós e, incluso, con influencias del propio Ruedo ibérico y no sólo por la coincidencia de símiles taurinos en el título, sino por la voluntad de síntesis y destilación literaria de la historia de España.

    Veamos como se apareció el genio gallego a los ojos del protagonista Antón Olmedo, alter ego del propio Cimorra, joven e impresionable aspirante a novelista.
 

    En estas entró en el restaurante una figura que movía a Vázquez a reverencia. Don Ramón María del Valle Inclán, acompañado de una pequeña cohorte de admiradores. Para todos los devotos de las musas que, como Antón, no habían cumplido los diecinueve años, las barbas caprinas, el rostro agudo, magro, socrático y marfileño, y el gran carey de las gafas de don Ramón, merecían culto a parte. Pensaban que de sus labios sólo pudieran salir palabras para una antología de la agudeza y de la mala intención. Todos se preciaban de haberle oído algún comentario de filoso genio y de sátira cruel contra alguien. Casi todos se jactaban de haberse sentado con él en la célebre peña de la «Granja el Henar», el café de los literatos y literatillos.
    Una época en la que los escritores eran populares, y don Ramón, héroe popularísimo de anecdotario, más que ningún otro. Cualquier cobrador del tranvía hablaba de los hombres de pluma más en boga, pero las ediciones de los más cotizados no solían pasar de los dos mil ejemplares.
    Uno de los que rodeaban al sonoro estilista resultó conocido de Vázquez. Se hicieron de mesa a mesa una inclinación mutua y acaso conmovido por verlo cenando –verdaderamente cenando- en un restaurante de tal precio, quiso el conocido brindarle a Antón una auténtica gracia. Nada menos que presentarle a Valle Inclán.
    Como ya estaban de sobremesa, todos los que ocupaban la de Olmedo se levantaron con él y fueron a presenciar la presentación que no fue edificante.
    El «otro manco que hay en Madrid» estaba de zumba. El día anterior no más había calificado a los hermanos Quintero de «berberillos sentimentales», y no se había extinguido el eco de las admiraciones.
El intermediario oficioso tuvo que hacer esfuerzos para distraer un momento la atención del pontífice, el cual atendió de mala gana.
- Don Ramón... El señor Vázquez... ¿qué más?
- Olmedo.
- Ah, sí.
    Aquel presidente de ágora dijo entonces con su gracioso ceceo característico.
- ¿Será usted escritor como todo el mundo?
- Pues mire...
- Sí, sí, apuesto a que es usted escritor. Ya tiene usted edad y nadie puede impedírselo.
    Los cortesanos comprendieron que don Ramón ironizaba y se aprestaron a hacer blanco de un coro burlón a la víctima.
Ésta titubeó con aire embarazoso y complejo.
Risitas antipáticas quisieron desconcertar a Vázquez y a sus compañeros.
Se dirigió el escritor a Pío, que lo miraba fijamente.
- ¿Y usted también es escritor?
- Yo, en realidad, soy lo que me sale de los...

Y terminó la frase del modo usual.
Hubo consternación como si se blasfemase dentro de un santuario. Nadie quiso reaccionar en violento.

    El temperamento cazurro pero altivo del «Pedro Crespo» de Medina se había revelado. En aquel instante el respeto a las Musas le importaba una higa. Si hubiesen llegado juntas Clío o la gloria, Euterpe o el agrado, Talía o el florecer, Melpóneme o el cantar, Tersícope o el baile, Erato o el amor, Polimnia o el himno, Urania la celeste o Calíope o la hermosura, no habrían movido a Cobos a la moderación.
    Se retiraron «Quevedo» y compañía, y el grande escritor gallego tuvo unas ocurrencias a propósito de la salida del toledano. Desde luego, mucho más inteligentes que el exabrupto proferido.
 

Clemente Cimorra, Cuatro en la piel de toro,
Editorial Helios, 1952, pp. 146-148

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