En 2006

70 aniversario de la muerte de Valle-Inclán
 

Josefa Bauló

T.I.V.


   
    Nunca he sido partidaria de celebrar las cosas en función del calendario oficial pero es obvio que la cronología nos ayuda a ordenarnos y a acordarnos, es decir a llegar a un acuerdo sobre los hechos y fechas de señalada importancia así que no podemos pasar por alto el hecho de que la literatura española lleva siete décadas sin uno de sus grandes, sin Don Ramón María del Valle-Inclán.

    El día 5 de enero, sin perder el tiempo ni la comba de las celebraciones protocolarias, autoridades y miembros de asociaciones, organismos, instituciones y entidades varias protagonizaron un acto-homenaje en Compostela. No habiendo estado presente en el evento creo más oportuno dejar hablar a los papeles que, con mayor o menor extensión, trataron la noticia servida por EFE. He elegido la noticia publicada en La Voz de Galicia y aquí se reproduce:

    Una sencilla ofrenda floral en el cementerio de Boisaca, de Santiago, sirvió ayer de homenaje a Ramón María del Valle-Inclán en el día en el que se cumplía el septuagésimo aniversario de su muerte.
    Setenta años después del fallecimiento de una de las más grandes figuras de la literatura universal, la Fundación que lleva su nombre, con sede en la capital gallega, expresó una vez más su admiración por la figura de don Ramón, convocando a entidades culturales, organismos e instituciones gallegas a un sencillo homenaje en la no menos sencilla tumba del escritor gallego más universal.
    Poco más de una docena de entidades culturales e institucionales participaron al mediodía en una ofrenda floral en el sepulcro en el que reposan los restos de Valle-Inclán. En el acto estuvieron presentes miembros del Consello da Cultura Galega, de las diputaciones de Pontevedra y A Coruña, del concello de A Pobra do Caramiñal; de las Fundaciones Carlos Casares, Castelao y Wenceslao Fernández Flórez, y de la Casa-Museo O Cuadrante de Vilanova de Arousa.
    Tampoco faltaron a la cita los representantes del Museo Valle-Inclán, de A Pobra; del Clube Cultural Valle-Inclán, de Lugo; de la Asociación amigos de Valle-Inclán, de Vilanova de Arousa; y de la Asociación de Amigos do Museo Valle-Inclán, de A Pobra.
    El director general de Creación e Difusión Cultural de la Xunta, Luís Bará, asistió también a la ofrenda floral, al tiempo que la Consellería de Cultura anunciaba que citará a asociaciones que trabajan alrededor de la figura de Valle-Inclán para fijar un programa de actividades destinado a conmemorar este año el aniversario de la muerte del escritor.
    La Dirección Xeral de Creación e Difusión Cultural anunció un programa que se irá acordando con los distintos colectivos implicados en la memoria y el estudio de la figura y la obra de Valle-Inclán. La intención es que las actividades se desarrollen a lo largo de todo el año. (La Voz de Galicia, 6 de enero 2006)
    Habrá que esperar y ver en qué para el anuncio del director general de Creación e Difusión Cultural de la Xunta, Luís Bará, sobre esa cita de asociaciones que trabajan alrededor de la figura de Valle-Inclán. El Taller de Investigaciones Valleinclaninas (TIV) y su revista electrónica El pasajero no son una asociación, ni creo que vayan a serlo nunca porque, tal y como andan de revueltas las cosas, aún podría darse el caso de que nos declaren ilegales; pero lo que sí es seguro es que es un grupo integrado por personas que trabajan alrededor de esa figura. ¿Muchos serán los citados y pocos los elegidos? Permítanme que haga la broma y que, después de ponerla a parte, prosiga diciendo que para celebrar estos 70 años no nos faltan ganas ni, dicho sea de paso, experiencia. Así lo demuestran dos Congresos Internacionales organizados por el TIV, un libro colectivo, varios individuales, tesis, artículos y esta misma revista internáutica. No vean los lectores en estas palabras un ejercicio de autopromoción, simplemente una reflexión sobre el hecho incuestionable de que el escritor gallego merece no estas iniciativas, sino muchas más por la importancia de su obra y la singularidad de su figura. Y sea de forma oficial o extraoficial se trata no sólo de ofrecer flores, que es sin duda una linda manera de homenajear, sino de dedicarse a plantarlas en el fértil suelo de su literatura. En resumidas cuentas, un manos a la obra que un año pasa volando.

    Por lo tanto, y tras el preámbulo, empezamos por ofrecer un resumen de noticias sobre Valle que ya se han producido en lo poco que llevamos de año, un año en el que, sin duda alguna, Valle será noticia.

    Por una parte parece ya hay fecha para que Madrid inaugure en febrero el Teatro Valle-Inclán albergando la que será segunda sede del Centro Dramático Nacional. Para ese escenario, ubicado en la Plaza de Lavapiés donde estuvo la antigua Sala Olimpia, ya se ensaya el primer montaje: Divinas Palabras. Esperemos que a este proyecto, iniciado en 1999, acuda el público al mismo buen ritmo con el que ha sido visitado, en el pasado año 2005, el Museo Valle-Inclán que abre sus puertas desde hace un cuarto de siglo en A Pobra de Caramiñal. Recientemente era noticia que, sin contabilizar los asistentes a las exposiciones temporales, la cifra de visitantes asciende a 11.500. Muchos de ellos se acercaron al centro en el marco de la ruta literaria «Luces de Bohemia» que organiza el municipio.

    Seguimos con una noticia de carácter no literario sinó musical. Componente entre otros de grupos como La Romántica Banda Local, Ñu, La Cuadrilla Maquilera o Los Elementales y colaborador de artistas tan diversos como Triana o Ella Baila Sola, el violinista cordobés afincado en Castilla, Enrique Valiño, ha editado el álbum La Rueda Ibérica inspirado en la obra de Valle-Inclán. Son quince temas fundamentalmente instrumentales, ya que sólo cuatro de ellos incorporan texto, e inspirados en la iconografía valleinclaniana. Toques celtas y jazzisticos, guitarras acústicas, mandolinas, percusiones… y hasta un toque de orientalismo, todo mezclado y conducido por la veteranía de Valiño. En el trabajo han intervenido las guitarras de Marce Merino y Manolo Rodríguez, los bajos de Yagüe y Sergio Valcárcel, la batería de Eduardo Meco (coproductor), la voz de María Lar, Manuel Luna o Carlos Faraco, las percusiones de David Mayoral, la gaita de Climent, el acordeón de Alfredo Valero y el saxo de Paxariño y, el habitual colaborador de Valiño, Fernando Luna. El autor tiene pensado llevarlo al directo durante 2006. La Rueda Ibérica ha sido editado por el sello AudioLuna Discos en cuya web podéis escuchar cortes de los temas y hasta comprar el CD.

    Y para saber más de Valiño os remito al artículo de Fernando Martínez, «El violinista (gato) por los tejados de Madrid», publicado en el número 25 (junio, 2004) de la Revista InterFolk.

    Para finalizar reproducimos, citando como debe de ser autor y fuente, un artículo de X. L. Méndez Ferrín que nos da noticia documentada de cómo el 22 de enero de 1938 la Comisaria de Policía de La Coruña expedía orden de prisión para Ramón del Valle-Inclán con intención de encausarlo por su supuesta vinculación al grupo Amigos de la Unión Soviética. El hecho, digno de alguna autoridad de nuestros tiempos actuales, y la broma, digna del mejor Valle, es que el autor había pasado a mejor vida bastantes meses antes.

    Falan claro os documentos que nos proporciona a Abuín de Tembra e a min Alexandre Allegue, o máis completo e seguro coñecedor da biografía de Valle Inclán. O 22 de Xaneiro de 1938 a Comisaría General de Policía oficiaba á Coruña dando conta da pertenza dun certo Ramón de Valle Inclán a "Amigos de la Unión Soviética" e ordenando localizar tal suxeito e procurarlle antecedentes: ou sexa prendelo e encausalo. Pasouse o encaro á Garda Civil e ás Comisarías de Policía de Ferrol, de Santiago e da mesma Coruña.
    Todo semella indicar que o Goberno de Burgos considerou necesario apresar a Valle-Inclán, xulgalo e condealo, ou sinxelamente darlle morte de can nunha gavia calquera en virtude de el ter presidido a Asociación de Amigos da URSS, entre outros labores e encomendas de signo comunista. Supoñemos que a Garda Civil e a Policía de toda Galicia, aínda que só nos consta que isto ocorrese na da Coruña, se poría moi dilixentemente en acción para localizar e arrestar Valle Inclán.
    O esperpento é este: dous anos antes de o poñeren en busca e captura, Ramón del Valle-Inclán morría en Compostela víctima do cancro.
    Enterárono civilmente en Boisaca tal día coma hoxe, o 6 de Xaneiro de 1936. Cando a Garda Civil e a Policía de Franco inician a cazata cuxa presa sería Valle-Inclán, os vermes estaban dando conta dos derradeiros restos da súa carne fraca. En xaneiro de 1938 Valle era, pois, morto e ben morto. Pro, por cima, xa os axentes da represión fascistas se ensañaran coa súa familia. Xenro de Valle era o catedrático de literatura do Instituto de Vigo, e meu ilustre antecesor no posto, Jerónimo Toledano Cañamán, un honrado filólogo formado no obradoiro do Centro de Estudios Históricos da Calle de Medinaceli. Pois ben, esta persoa fora presa no Lazareto de San Simón (salvado felizmente do fusilamento) non debido á súa actividade política republicana, seica moi escasa, senón por estar casado con Conchita (advírteme Alexandre Allegue, non con Mariquiñas), a filla maior de Don Ramón que se chamaba coma a romántica e apaixonada tísica da Sonata de Otoño.
    Implacábel, cruel, a represión franquista podía resultar tamén incompetente.
    Incompetente, si, mais non ignorante. Os sublevados militares e os seus socios civís e relixiosos, así en Burgos como en Vigo, sabían que Valle-Inclán era certamente un comunista, cousa que preferiron ignorar mesmo os intelectuais da órbita do PCE dos anos 50 e 60 en Madrid, intelectuais que, curiosamente, reivindicaban ardentemente o teatro, pro só o teatro, do mestre do Salnés. O ídolo literario do PCE era Antonio Machado e, dentro da mesma xeración, aqueles meus amigos de antano non aceptaban senón un único exemplo de intelectual comprometido. E nesas teimas teño entendido que continúan. («La opinión. Os camiños da vida. Hai 70 anos», A Coruña Digital, 5 de enero de 2006)

 
 

El Pasajero, estío 2006